Colores de habitaciones: ideas y consejos para elegirlos correctamente
Amueblar el dormitorio de un niño es una oportunidad perfecta para expresar la creatividad y la imaginación, creando un espacio que pueda representar para los más pequeños no sólo un lugar de descanso, sino también un entorno estimulante para jugar y desarrollar su independencia.
En este sentido, los colores elegidos para las paredes y el mobiliario desempeñan un papel fundamental en la habitación en la que los más pequeños pasarán la mayor parte del tiempo en las distintas etapas de su vida. Por lo tanto, elegir los colores adecuados para las habitaciones infantiles no es solo una cuestión de estética, sino también de comodidad y estimulación visual, algo a lo que hay que prestar atención para conseguir un resultado realmente agradable.
Por qué prestar atención a los colores del dormitorio
El color de la habitación infantil, al igual que el de otras estancias del hogar, puede influir en el ambiente y la sensación de espacio. En efecto, al diseñar una habitación infantil, el objetivo debe ser crear un ambiente agradable y acogedor, en el que los más pequeños se sientan a gusto y estimulados para realizar sus actividades de forma autónoma. Uno de los primeros pasos puede ser evaluar las distintas soluciones de mobiliario a través de nuestro configurador, que le permite personalizar los productos y configurar las distintas características en función de sus necesidades. Sin embargo, para lograr un resultado realmente satisfactorio, es importante tener en cuenta otros aspectos cruciales, como la elección de los colores para las paredes, vinculada tanto al gusto personal como a factores objetivos.
Aparte de las elecciones individuales, que pueden llevar a preferir un color a otro, no hay que subestimar otras posibles cuestiones como la luz y el espacio. Un dormitorio pequeño, por ejemplo, no debe hacerse más pesado aplicando un color demasiado oscuro a la pared, ya que esto puede dar lugar a una percepción aún más estrecha del espacio disponible. Del mismo modo, si la habitación no es muy luminosa, un color pastel claro será la mejor solución para superar el problema y conseguir que la falta de luz natural se compense con el tono elegido.
Color de la pared de la habitación: cómo elegirlo
Anteriormente hemos analizado algunos de los aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de elegir el color de la pared del cuarto infantil, pero en realidad dependerá mucho de la idea personal y del diseño.
Uno de los primeros pasos es, por ejemplo, decidir si optar por colores vivos y brillantes o por tonos más tranquilos y relajantes. Los colores pastel son ahora una opción muy popular para las habitaciones infantiles, ya que transmiten una sensación de suavidad y serenidad, al tiempo que garantizan un aspecto agradable acorde con los gustos de los más pequeños de la casa. Tonos como el rosa, el azul claro y el verde pastel pueden crear un ambiente relajante y tranquilo y, si se enriquecen con elementos especiales como lunares, nubes o pegatinas de colores en las paredes, también pueden fomentar un enfoque imaginativo y divertido de la habitación.
Si, por el contrario, se desea un enfoque más neutro, colores como el blanco, el beige o el gris pueden ser una elección nada desdeñable. Elegantes y versátiles, de hecho, estos colores se adaptan fácilmente a cualquier estilo de decoración y pueden combinarse con detalles más alegres, como alfombras de colores o accesorios decorativos.
¿Niño o niña? ¿Qué colores para las habitaciones infantiles?
La elección de los colores del cuarto infantil suele variar en función de si la habitación acoge a un niño, a una niña o a ambos pequeños. Aunque no existen colores para niños y niñas, es cierto que en el imaginario colectivo hay tonos que se consideran más adecuados para un género que para otro.
Para las habitaciones de los niños, por ejemplo, se suele optar por colores más fuertes como el azul o el verde oscuro, que pueden dar un toque de energía y vitalidad a la estancia, mientras que para las niñas la elección recae casi siempre en el rosa, el lila y el resto de tonos de esta paleta. En el primer caso, sin embargo, es importante equilibrar los tonos más intensos con otros más claros o neutros para evitar un ambiente demasiado estimulante, del mismo modo que en una habitación con predominio del rosa conviene romperlo con algunos colores más fuertes, como el violeta, para añadir intensidad.
Más allá de estas opciones más “tradicionales”, las tendencias de decoración más recientes apuestan por soluciones más neutras, del beige al gris paloma, pasando por el amarillo y el verde pastel, que permiten crear un ambiente a la vez relajante y elegante en el que cada niño puede sentirse inspirado de una manera diferente. Combinar estos colores con la calidez de la madera de una librería o un armario y elementos decorativos que puedan dar un toque extra de fantasía a toda la habitación puede ser una elección realmente interesante, que permite obtener un resultado que nunca cansa.
Personalizar la guardería con la ayuda de los más pequeños
Un último aspecto a tener en cuenta es el de la personalización de la habitación en función de las preferencias expresadas por quienes más van a vivir en ella, es decir, los niños. De hecho, a nuestros pequeños les encanta sentirse implicados en la elección de los colores y el mobiliario de su habitación, y siempre participan con gran entusiasmo en las distintas fases de diseño y realización de su espacio. Uno de los consejos que nos gustaría dar es, por lo tanto, implicarles activamente en la elección de sus colores preferidos para la pared y dejarles la posibilidad de añadir un toque personal con pósters, decoraciones de pared u otros elementos que puedan hacerles sentir aún más protagonistas de su propia zona.
Le sorprenderá lo rápido que puede volar la imaginación de los niños y cómo, desde muy pequeños, los pequeños son capaces de expresar preferencias complejas y articuladas, manifestación de una personalidad que se está formando y que les llevará a ser adultos cuidadosos y conscientes.